Hoy quiero hablaros de los
vinilos decorativos. Sí, pero no de esos que podemos encontrar por internet fabricados
en masa para comprar y tener todos igual. Hoy quiero hablaros de crear vuestro
propio vinilo.
Siempre he pensado que nuestra
casa tiene que ser el reflejo de nuestra personalidad, con que te guste a ti es
más que suficiente, no fabriquemos casas iguales, nuestra decoración tiene que
oler a hogar, al nuestro. Por eso, siempre he sido partidaria de decorar
partiendo del poco a poco, no amueblemos rápido, corriendo y sin personalidad,
vayamos llenando nuestro hogar de pequeños rincones molones que representen
nuestro mundo, ¡seguro que al final encajan todas las piezas!
Los vinilos me parecen una opción
decorativa súper válida para un espacio abierto, que sea amplio, no agobiemos el
ambiente. Cuando me decidí a buscar uno para la pared de mi escalera abierta
tenía claro que tenía que ser grande, de un color suave para no cargar, y que
llamase la atención, ¡o por lo menos la mía!
Y recordé algo que llevaba tiempo
guardando… Hace casi 7 años estuvimos de viaje en México, y nos enamoramos
literalmente de Chiapas. El estado más rico de México en recursos naturales,
cultura indígena, arquitectura maya, y a la vez el más castigado por el
gobierno y los terratenientes. Sin embargo, sus gentes, siguen siendo el
recurso más preciado que tienen (todo esto es digno de hacer otro post, así que
ya os lo contaré en otra ocasión). En una de nuestras andanzas por aquellas
tierras no topamos (entre los cientos que hay) con un pueblo indígena a cuya
entrada se podía leer el siguiente cartel.
Nos llegó bastante dentro, por el
mensaje, el significado y la fuerza que transmitía. Y decidimos que algún día
formaría parte de nuestra vida. Cuando me decidí a poner un vinilo no encontré palabras
que mejor pudieran describir nuestra casa, así que me lancé a llamar a una
imprenta para que lo hiciera real.
Y éste es el resultado, un vinilo
personalizado con mensaje (bueno, por lo menos para mí) y por el mismo precio,
o incluso más barato que cualquiera que pudiera comprar por ahí.
Por eso, cuando queráis decorar con un vinilo (o con cualquier otra cosa), os animo a que le deis vuestra propia personalidad, seguro que no os cansáis del resultado.
No hay comentarios :
Publicar un comentario